más grandes y es posible que para pagarla necesite valerse de una hipoteca. Pocos gastos suelen superar el de la compra de una vivienda, por la magnitud que esta tiene y por el alto coste puede suponer. Por eso a continuación vamos a abordar las claves para elegir una buena hipoteca.
Aspectos generales a la hora de elegir una hipoteca
Es importante a la hora de elegir una hipoteca el tener conocimiento de que un tipo de interés sea el más bajo no significa que sea la mejor
hipoteca para el caso que nos ocupa, ya que dependerá de los productos que se tengan que contratar y que en ese momento interese contratar. Es muy importante estar en conocimiento de la TAE que se aplica para saber el interés que se pagará al final.
De la misma forma que en las cuentas corrientes y en otros producto bancarios, se deben conocer muy bien las comisiones
que aplica el banco por diferentes conceptos para evitar sorpresas inesperadas, toda asesoría y ayuda externa será bienvenida en este sentido. Si además se observa que una es demasiado elevada es conveniente negociar con el banco la misma.
En cuanto a los productos, es crucial poder hacer la distinción entre aquellos obligatorios y los diferenciales de cada banco. Solo es obligatorio por ley contratar el seguro de incendios, pero no obliga a que se contrate con la entidad
así que se debe tener esto en cuenta antes de tomar decisiones. Pero muchas entidades pueden exigir que contratemos los productos con ellos para que nos concedan la hipoteca.
El cliente a veces por desconocimiento o por confianza no presta atención detallada a las cláusulas de suelo y swaps. Es conveniente asegurarse si la hipoteca que se va a contratar tiene o no cláusula de suelo, en caso afirmativo se debe chequear que no sea abusiva, en cuyo caso hay que negociar
con el banco la reducción de ésta.
Siempre es mejor una hipoteca sin suelo, pero no todas son sin suelo, pero se puede tener un suelo bajo con tranquilidad. Los Swaps son derivados financieros que cubren los incrementos del tipo de interés
, pero que nos perjudican en el caso de que el euribor baje. Es posible que nos ofrezcan el swap, pero no es obligatorio. Si nos interesa contratarlo debemos conocer bien sus beneficios y de sus desventajas.
Teniendo en cuenta los plazos que contiene una hipoteca es muy importante tomar una buena decisión. Para ello, estar bien informado es un factor clave, también no aceptar la primera oferta sino escuchar propuestas de diversas entidades. Es uno de los procesos más relevantes a la hora de elegir una hipoteca, ya que una vez tomada la decisión va a ser muy complicado cambiar las cláusulas o variar ciertos aspectos.
La importancia del tipo de interés
Desde hace varios años el Euribor está en negativo y esta situación hace que muchas personas tomen una mala decisión al contratar una hipoteca al no tener en cuenta la posible actualización. Lo previsible es que en los próximos años el Euribor suba y se sitúe en valores más “normales”, quizás en torno al 2 o 3 %, o más, y que, por tanto, una cuota mensual de 400 euros se incremente proporcionalmente. Cuando hagas números con la hipoteca a largo plazo ten esto en cuenta.
Es conveniente protegerse de las posibles y seguras subidas del Euribor
, se puede optar por una hipoteca a tipo fijo. En el mercado hay algunas buenas opciones a tipos de interés que rondan el 2,5%. A corto plazo es más caro pero a largo plazo puede salir realmente rentable.
Procurar no hipotecar una vida entera
Cuanto mayor sea la duración de la hipoteca mayores serán los intereses
que se tendrán que pagar, hasta el punto de que se podría llegar a pagar por una vivienda el doble de lo que te costó. Recuerda que el interés compuesto juega en tu contra cuando te endeudas.
De esta forma, con una hipoteca a 20 años
con cuota de 678,12 euros/mes. En total pagarás por tu casa 162.748 euros. Con una hipoteca a 30 años: 470,42 euros/mes. Pagarás 169.351 euros y con una hipoteca a 40 años: 366,93 euros/mes. En total, 176.126 euros.
Como podrás comprobar, la diferencia es importante. Si se tiene en cuenta la importancia del tipo de interés
y se hace el mismo cálculo pero considerando un Euribor del 3%, que no es ningún disparate, en 20 años la casa nos costaría 199.655 euros y en 30 años 227.666 euros. La diferencia es considerablemente mayor.