Un año más, comenzamos septiembre y una nueva etapa para los más peques de la casa se aproxima con la vuelta al cole. Después de todo un verano de vacaciones lleno de actividades y planes en los que disfrutar toda la familia y con amigos, es hora de volver a los pupitres.
Comenzar un nuevo curso, siempre es una etapa complicada; tanto para ellos como para los padres, pues se trata de volver a adaptarse a nuevos horarios y rutinas y eso los primeros días siempre se vuelve un poco complicado de llevar.
Pues bien, en el post de esta semana, desde Inmhogar Ávila, os queremos ayudar a hacer un poquito más llevadera esta vuelta al cole, así como favorecer el rendimiento y adaptación de los más peques a la nueva rutina escolar y, para ello, os traemos un pequeño truco, el
método Montessori.
Si nunca has oído hablar de este método, lo primero que debes saber es que es un modelo educativo que se caracteriza en poner énfasis en la actividad dirigida por el niño y en la observación clínica por parte del maestro. Esta observación tiene la intención de adaptar el entorno de aprendizaje del niño a su nivel de desarrollo. Si aplicamos este método a la hora de acondicionar un espacio, podemos decir que se trata de una filosofía a través de la cuál se pretende ordenar y decorar un espacio con el finde conseguir un lugar en el que el rendimiento de un niño así como su desconexión, relajación y disfrute del tiempo libre, fluya por sí solo.
Pues bien, sabiendo ya qué es esta filosofía conocida con el nombre de método Montessori, es hora de descubrir cómo podemos llegar a aplicarla. Este método se basa en la escucha activa con tus hijos, pues ellos son realmente los que mejor te pueden ayudar y ofrecer las pautas perfectas para conseguir este espacio de equilibrio perfecto del que te hablamos. Además, se centra en darles y transmitirles una mayor autonomía para tomar sus propias decisiones, haciéndoles ver que son lo suficientemente responsables y mayores como para ayudarnos a decidir sobre el mobiliario, decoración y organización del espacio de su habitación.
Teniendo estas dos claves claras en las que se basa este modelo educativo aplicado en casa, adentrémonos en el método Montessori con una mayor profundidad. Como hemos comentado anteriormente, el fin de aplicar este método en el hogar, es conseguir un espacio para los más peques de la casa en el que puedan ser capaces de sacar su máximo rendimiento a la hora de estudiar y hacer los deberes pero en el que sean capaces de conseguir desconectar y relajarse a la hora de jugar. Para ello, es fundamental conseguir que todo aquello necesario en su día a día esté a su alcance para aportarles una mayor independencia.
En este sentido, contar con un mobiliario bajo adaptado a ellos en el que puedan ordenar y organizar sus juguetes y libros de manera sencilla y sin tener que recurrir a la ayuda de un adulto, hará que la “magia” del método Montessori sea de lo más eficaz. Esta independencia conseguirá no solo que los niños se sientan más a gusto e independientes dentro de su propia habitación, sino que también facilitará el desarrollo de sus habilidades motoras.
En cuanto a la decoración, una apuesta segura aplicable para este método, son los colores claros y elementos naturales, pues se trata de conseguir paz, armonía, amplitud y luminosidad en la estancia que consigan transmitir un equilibrio emocional perfecto; pero, como bien hemos dicho antes, deja que sean ellos quienes decidan este tipo de aspectos y características haciéndoles partícipes a la hora de tomar estas decisiones. Al fin y al cabo, es su habitación y si lo que queremos es conseguir los objetivos de este método, elegir unos colores o una decoración con la que ellos no se sientan cien por cien cómodos y seguros, puede suponer el fracaso de aplicar esta filosofía.
Una de las claves de este método es el orden; y ya sabemos que conseguir que reine el orden en una habitación de un niño pequeño a veces es “misión imposible”. Pero puede que estos pequeños consejos te ayuden a conseguirlo; limítate a una decoración sencilla sin nada recargado, pues cuantos más adornos y complementos abunden en la habitación, más complicado se vuelve que reine el orden. Ayúdate de cajones y pequeños baúles en los que puedan recoger y organizar sus cosas sea una tarea de lo más sencilla además de divertida, haciendo de la hora de recoger y ordenar su cuarto un hábito rutinario.
Y, por último, decora con alfombras y cojines pequeños espacios en los que puedan sentarse cómodamente a jugar y desconectar; en definitiva, crea un espacio en el que se sientan ellos mismos y puedan disfrutar de su tiempo libre tras hacer los deberes con la mayor comodidad posible.
Esperamos que descubrir cómo aplicar el método Montessori en el hogar os haya resultado de lo más interesante. Desde Inmhogar Ávila, os deseamos una feliz vuelta al cole.